¿Miedo por tu futuro? Asegúralo ladrillo a ladrillo
La historia tiene la costumbre de repetirse una y otra vez. Un ciclo que -aunque parezca mentira- todavía sorprende a muchos y desespera a otros.
Sobre todo en América Latina, parecemos destinados a vivir esta película sin fin.
Por su puesto, el ritmo cíclico de la situación nos lleva de crisis en crisis. Luego de la aparición de la adversidad, la sensación de desasosiego se apodera de nosotros y comenzamos a buscar -una vez más- cuál es la balsa que nos salvará del naufragio colectivo.
¿Qué pasará en el futuro?
No lo sabemos. Sin embargo, algo es seguro: debemos tomar decisiones tempranas para que el peso no nos arrastre.
Pandemia + Medidas = Miedo
Como decíamos al comienzo, la historia en cíclica, es cierto. Pero
¿recuerdas otro año como 2020?
Sin tomar en cuenta la época de las grandes guerras y conflictos
globales, 2020 pasará a la historia como el año que logró paralizar la rueda
-hasta ahora indetenible- de la vorágine diaria de la vida.
La llegada del coronavirus arrodilló a países y afectó economías.
Todo sin importar el idioma, el clima o la calidad de sus cimientos.
Cada país visitado por el virus se impactó.
Más allá de las medidas -prudentes o tardías- que tomaron los
gobiernos, el virus afectó y cambió la vida como la conocíamos. Algo que podría
tomar años, sucedió en pocos días.
De pronto, las calles se vaciaron, el smog se retiró y los animales
silvestres caminaban por las calles -que antes transitamos en auto- como
preguntándose ¿A dónde se fue todo mundo?
En medio de esa crisis, para mediados de septiembre, el gobierno
argentino comunicó, a través del Banco Central, nuevas reglas para el cambio de
divisas.
Así, como sucedía meses antes con el coronavirus, el pueblo
argentino se encontró atado a la posibilidad de acceder al dólar como medio de
ahorro.
En América Latina, la mayoría de las economías son frágiles y al
más mínimo cambio de su entorno se ven afectadas. Algunas veces para crecer y
otras -parece que son más- para descender de forma abrupta.
Miguel Pesce, titular de la autoridad monetaria Argentina, declaró: “El Banco Central está teniendo que vender divisas por razones concurrentes. Por un lado, tenemos una fuerte demanda de dólar ahorro y, por otro lado, tenemos vencimientos de deuda privada”.
Con esta premisa se toman medidas: la aplicación de recargos a la
compra del llamado dólar ahorro, nuevos impuestos para las comprar en el
exterior realizados con tarjetas de créditos y el establecimiento de cupos
máximo de consumo en dólares.
El tope del consumo se ve afectado por cada transacción que
realicemos en dólares, incluyendo el pago de servicios ofrecidos por empresas
en el exterior. Es decir, el pago de servicios de streaming de video y música,
resta del cupo mensual asignado a cada persona.
Además, según informó Pesce, se establecerán condiciones especiales para la apertura de nuevas cuentas bancarias lo que afectará a las personas que no tengan cuenta abierta hasta el momento.
Toda esta realidad desata los mayores miedos, esos que paralizan a los argentinos, y llevan a punto de ebullición al mercado paralelo de dólares, impactando -aún más- la economía de la familia argentina.
Ubica las opciones del mercado
La realidad pinta un cuadro que pocos se atreven a ver de frente. Sin embargo, es necesario sentarse, analizar la situación en frío y esforzarse para identificar las oportunidades que se nos presentan.
Siempre, hasta en la mayor de las catástrofes, tenemos la posibilidad de encontrar una salida.
Por ejemplo, antes de todas las medidas y la pandemia desatada por la Covid-19, era normal que los argentinos destinaran parte de sus ingresos a la compra de dólares.
El dólar ahorro constituía una garantía para contrarrestar la inestabilidad del valor del peso argentino.
¿Cuál es la oportunidad que tenemos ahora?
Aunque no lo creas, hay muchas oportunidades para que tus ingresos
no se disuelvan en la crisis y sin tener que caer en las garras especulativas
de los mercados paralelos.
El dólar ladrillo, como se ha bautizado a la inversión en bienes raíces, es una gran opción para seguir adelante en medio de la llamada “nueva realidad”.
En declaraciones a distintos medios de comunicación, representantes de empresas constructoras en la Argentina sostienen que -desde el inicio de la pandemia- era común recibir consultas sobre cómo participar en la compra de bienes inmuebles.
Esta situación comenzó a cambiar hace unos dos meses. ¿Por qué?
Como consecuencia de la misma crisis.
Las empresas constructoras, impactadas por la parada de operaciones que trajo consigo el COVID, ofrecen oportunidades que te pueden ayudar a alcanzar tus sueños de tener vivienda.
Por ejemplo, algunas te permiten pagar tu vivienda hasta 6 años, lo que significa, tener la opción de pagarlo hasta en 72 cuotas y en pesos argentinos.
Algo inédito, debido a que pocos se atreven a ofrecer una posibilidad como
esta, tomando en cuenta la volatilidad de la moneda de nuestro país.
Algunas constructoras, para hacerlo aún más atractivo, aseguran la mudanza de los nuevos propietarios en un lapso de 3 años. Es decir, se mudarán tres años antes de pagar todo el financiamiento, lo que podría significar en 3 años de ahorro de renta.
Las facilidades de pago no es la única bondad que nos presenta el mercado inmobiliario. Como sabes, las cuotas se pueden pagar tanto en dólares como en pesos, haciendo más sencilla la operación en medio de la realidad actual.
Como era de esperar, ante los ajustes en la financiación del sector inmobiliario y el viento favorable, las consultas comenzaron a convertirse en ventas. En algunos casos, las constructoras han vendido más inmuebles en los últimos 2 meses que durante todo 2019.
Es un sector en auge. Que ofrece grandes ventajas y puedes aprovechar. En especial, si tienes ahorros en dólares o tienes excedente de pesos argentinos en tus cuentas y te preocupa que la inflación comprometa la seguridad de tu futuro.
¿Cuál es la razón del incremento en ventas?
Son más de una.
Y te las decimos a continuación.
Razones para invertir en bienes raíces en 2020
El sector de los bienes inmuebles se caracteriza por ser una buena inversión. En muchos países, las personas prefieren comprar propiedades que -con el pasar del tiempo- se revalorizan y aseguran un futuro sin contratiempos económicos.
En 2020, tenemos varias realidades que califican al sector inmobiliario como uno de los sectores más beneficiosos para invertir.
El primero, sin dudas, es el precio actual de las propiedades. Tal y como te comentamos, las empresas constructoras han decidido rebajar los precios de venta, como medida paliativa a la situación desarrollada por el coronavirus.
Esos precios, que hoy es una oportunidad, mañana es ganancia segura. Pues, finalizada la crisis, los inmuebles recuperarán su valor con agilidad.
Si no quieres vender, también puedes alquilar tus propiedades y esa es la segunda ventaja. Pocas inversiones te permiten obtener beneficios como los que ofrece el sector inmobiliario.
Dependiendo de las inversiones que puedas hacer, estarías asegurándote una jubilación tranquila y sin reveses económicos.
Por último, la más importante: la seguridad. En los últimos 30 años, la inversión en el sector inmobiliario se ubica como la que mejor rendimiento registra, comparada con otras inversiones conservadoras.
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Inversión segura en manos de profesionales del sector
Es sabido que el sector inmobiliario maneja grandes cantidades de dinero. Una realidad que termina llamando la atención de muchos inversores, pero también atrae a personas sin escrúpulos.
Constructoras fantasmas, proyectos inviables que se venden como pan caliente y reventa de inmuebles son solo algunas de las estrategias que aprovechan el auge del sector para dañar a la colectividad.
¿Cómo evitar caer en manos de estas redes de estafadores?
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Con más de 32 años en el mercado inmobiliario argentino, Real Option se posiciona como una de las desarrolladoras de proyectos de bienes raíces más seguras del país.
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