Desde colgar un cuadro hasta armar un mueble o pintar una pared, ¿cuántas cosas postergamos en casa por no tener tiempo? Cualquier pequeña actividad puede demorar meses cuando no se encuentra el momento adecuado para hacerlo. Sin embargo, la cuarentena nos presenta una gran oportunidad para decorar, organizar y reconvertir los espacios cotidianos en nuestros lugares favoritos. La idea principal es: si vamos a estar más tiempo dentro de casa, convirtámosla en un hogar.
A continuación, compartimos 5 ideas de decoración simples y con poco dinero –o nada- para sentirse más a gusto en casa:
Una de las reglas tácitas del home office es saber crear un espacio de trabajo delimitado. Trabajar siempre en el mismo espacio permite concentrar en un mismo lugar todo lo que se necesita para el día a día y no perder tiempo buscando materiales o herramientas. Asimismo, esta técnica permite diferenciar la oficina en casa del entorno del ocio.
Lo más adecuado es elegir un lugar luminoso y ventilado, y contar allí con una silla ergonómica o de altura regulable para mantener siempre la “regla de los 90°” mientras se utiliza la computadora: que las piernas y los brazos al estar sentados formen dos ángulos de 90°, al igual que el torso y la cabeza. El objetivo es mantener la mirada hacia el frente –para evitar dolores de cuello- y que la posición sea cómoda para permanecer así por varias horas.
El feng shui (“viento y agua”) es un antiguo sistema filosófico chino basado en la ocupación consciente del espacio para lograr una influencia positiva sobre las personas que lo habitan. Según las ideas rectoras de esta filosofía, a través de la práctica del feng shui se genera una energía armónica en todos los ambientes de la casa, cuyos puntos más importantes son la entrada, la cocina y los dormitorios.
En cuanto a la decoración, hay pequeños cambios que se pueden realizar en la casa para armonizar los espacios, como colocar flores o fotos de seres queridos en la entrada de nuestro hogar a modo de bienvenida, mover los espejos del dormitorio para que no estén justo frente a la cama y evitar que la misma quede alineada con alguna puerta para equilibrar el flujo de la energía y favorecer el descanso.
Los aficionados a la lectura coinciden en que el orden de la biblioteca es clave para lograr armonía en la casa. Existen tantas técnicas para organizar los libros como personalidades, hay quienes prefieren agruparlos por géneros y autores como en las grandes librerías, por tamaño y altura del libro o por temáticas.
Sin embargo, en los últimos tiempos se impuso una tendencia muy original relacionada con el diseño de interiores: ordenar la biblioteca por colores. En términos estéticos, sin dudas ésta es una de las formas más acertadas de organizar los libros ya que permite tener un arcoíris de letras dentro de casa.
Durante los meses fríos ya no disfrutamos tanto del balcón, la terraza o el patio, por lo tanto, es un buen momento para trasladar la naturaleza dentro de casa. Una opción muy atinada es comprar un exhibidor –incluso puede ser de madera de pino y luego barnizarlo o pintarlo- y armar en él una colección de suculentas, cactus y pequeñas plantas de interior. Otro detalle que suele quedar muy bien en estos exhibidores son los potus en botellas y frascos de vidrio que bien pueden ser antiguos o reciclados. Estos jardines verticales son proyectos entretenidos para emprender en la cuarentena, ocupan menos lugar que las plantas de interior y alegran la casa con sus distintos tonos de verde.
Los días en casa invitan a hacer limpieza de vestidor o placard. Por lo tanto, la cuarentena también es una muy buena oportunidad para reorganizar la ropa y regalar aquello que ya no usamos. Para optimizar el espacio y conservar solo aquello que realmente vale la pena, una buena opción es ingresar en el mundo de la gurú del orden japonesa Marie Kondo.
A través de sus tutoriales en YouTube y el reality “¡A ordenar! Con Marie Kondo” de Netflix es posible incorporar el método Konmari no solo para organizar tu placard sino también para mantener el orden de la casa, algo sumamente importante para estar a gusto en el espacio que se habita.